“La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin respiración”

sábado, 19 de marzo de 2011

Y ahora ya no puedo prestarte mi abrigo, ni quitarte la ropa, ni sudar contigo, ni perder la calma, ni decirte las cosas que nunca te he dicho. Ahora ya no puedo prestarte mis alas, ni subirte la falda, ni cogerte con vicio. Ahora da lo mismo reírse de todo que llorar por nada.

lunes, 14 de marzo de 2011


Por las calles de Madrid